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Todos hemos oído hablar de las pulgas: esos indeseables insectos que se cuelan en nuestras casas y causan estragos en nuestras mascotas y también en nosotros. Quien las ha sufrido, sabe que las picaduras de este pequeño animal pueden llegar a ser desquiciantes. El picor que causan es difícil de sobrellevar para humanos y otros habitantes del hogar.
Convivir con estos pequeños bichos no es fácil. Además, existen diferentes tipos de pulgas, por lo que debemos estar atentos para poder hacerles frente.
Tipos de pulgas
Seguro que no sabías que hay diferentes tipos de pulgas. Sí, cuando hablamos de ellas lo hacemos en general, pero cada especie tiene su propio bichito molesto. Las que más problemas nos ocasionan son las de los perros y los gatos, aunque no son las únicas.
Pulgas del perro
La pulga del perro, o ctenocephalides canis, es un insecto que ha evolucionado para convertirse en parásito perfecto para esta especie. Es un animal urbanita, que se ha adaptado perfectamente a la vida en los hogares domésticos.
No solo afecta a los perros, sino a todos sus congéres, como zorros o lobos. Como no es habitual que en las ciudades haya otro tipo de cánidos, las pulgas del perro pueden acabar en gatos o en humanos.
El mayor problema de que un perro coja pulgas no es solo el picor que le produce, sino que son vectores de enfermedades como la tenia. Es decir, la picadura de este pequeño insecto puede ocasionar que tu perro se infecte con este otro parásito.
Estas pulgas son más activas durante las épocas de calor. En invierno se quedan aletargadas e inactivas, pero eso no quiere decir que mueran. Así que, es posible que no te hayas librado de las pulgas y que vuelvan al subir el termómetro.
Pulga del gato
Los gatos no se libran de padecer pulgas. Pueden ser picados por las de los perros, pero también tienen su insecto especialista: ctenocephalides felis.
Estas pulgas pueden parasitar a otros animales de sangre caliente, por lo que podemos terminar sufriendo sus picaduras. También pueden pasarse a los perros o a otras mascotas.
Es importante acabar con ellas, ya que actúan como vectores del tifus, de gusanos intestinales o de bartonella.
Pulga de las aves
Las aves no están exentas de padecer las picaduras de las pulgas. Es más habitual que ocurra en las aves de granja que en las domésticas, pero no se debe descartar.
Suelen habitar en los nidos, donde colocan sus capullos en espera de que llegue la primavera y suban las temperaturas. Entonces, con la llegada del buen tiempo, salen y empiezan a parasitar a las aves que encuentran.
Cuando las aves se desplazan, las pulgas van saltando y parasitando a otras aves que se encuentran a su paso.
Es complicado que un ave doméstica coja pulgas, ya que no suelen estar en contacto con pájaros del exterior, pero si tenemos a nuestra mascota cerca de una ventana abierta, tampoco debe descartarse.
Pulga del hombre
A las personas pueden picarnos las pulgas de nuestras mascotas, pero tal vez no sabías que existe una pulga específica para los seres humanos: pulex irritans.
En la actualidad, es muy raro que las personas se infesten de pulgas. Las condiciones higiénicas de los países desarrollados convierten esta posibilidad en algo muy remoto. Estas pulgas suelen afectar más al ganado o a nuestras mascotas.
A pesar de existir diferentes tipos de pulgas, hemos podido ver cómo todas pueden picar a diferentes especies. Los principales problemas que causan son las molestias por el picor, aunque no debemos olvidar que pueden actuar como vectores de enfermedades serias.

¿Qué hago si me pica una pulga?
Las pulgas, al igual que los mosquitos, se alimentan de sangre. Tienen unas pequeñas garras con las que se adhieren a la persona a la que quieren picar y, una vez subidas en su cuerpo, proceden a beber su sangre.
Si hemos detectado picaduras, es importante actuar de forma temprana para evitar complicaciones. El mayor problema de las picaduras de pulgas es que, debido a lo mucho que pican, podemos llegar a hacernos alguna herida al rascarnos. Y si las heridas producidas por el rascado se infectan pueden producir problemas.
Lo primero que debemos hacer es lavar la zona. Puedes probar con un jabón a base de calamina para que, además de higienizar la zona, te calme la picazón. A continuación, es recomendable ponerse algún tipo de pomada para aliviar la sensación de picor.
Es importante no rascarse. Al hacerlo, no solo estamos expuestos a que se nos infecte la zona, sino que provocamos que el área se irrite y nos pique más.
Las picaduras de pulga no suelen inflamarse como ocurre con las de mosquito. Si la zona se nos empieza a inflamar, es posible que suframos alergia a estos insectos. En este caso, debemos aplicar una pomada antihistamínica y, en caso de empeorar o no mejorar, consultar con un profesional.
No se deben cubrir las picaduras de pulga, ya que el objetivo es que se sequen, hagan costra y sanen por sí solas. Si el picor es tan intenso que no vamos a poder evitar rascarnos durante la noche, entonces sí podría ser recomendable tapar la zona.
La principal actuación para tratar picaduras de pulga es aliviar el picor. Una vez que calmamos la zona, no necesitamos hacer nada más. Sin embargo, las pulgas pueden actuar como vectores de otras enfermedades.
Por ello, si además de las picaduras detectamos algún síntoma extraño o tenemos fiebre, es importante ir al médico para descartar otro tipo de complicaciones. En humanos no es fácil que transmitan enfermedades, aunque sí pueden contagiarnos el tifus. En otros mamíferos pueden transmitir la peste.
Ahora ya lo sabes, ante la duda de ¿que pasa si me pica una pulga?, hay que mantener la calma, lavar la zona y aplicar una pomada calmante. Aunque como siempre, la mejor forma de evitar picaduras es la prevención.
Remedios caseros probados para las picaduras de pulgas
Lo primero que debes tener en cuenta es que las pulgas generalmente llegan desde las mascotas. Por este motivo, es necesario ubicar la raíz del problema para que no vuelvas a tener que sufrirlas. Para ello es muy útil emplear remedios como el aceite de árbol de té o la levadura de cerveza para acabar con las pulgas de tus animales domésticos. También el eucalipto te puede ayudar a ahuyentar las pulgas de tus mascotas.
El siguiente paso es echar a lavar toda la ropa de cama o la ropa que estás usando que pueda estar contaminada. Para ello usa un lavado largo y a la mayor temperatura que admita la ropa. Además, si las prendas te lo permiten, también ayudará añadir un chorro de lejía al detergente.
El vinagre es muy efectivo también para quitar pulgas que haya en tu ropa, puedes agregarlo directamente a tu lavadora. Pero eso sí, si la ropa en la que necesitas quitar las pulgas está muy sucia o ha estado en contacto con las pulgas durante mucho tiempo, lo recomendable es deshacerte de ella para evitar que reaparezcan.
Las pulgas son insectos capaces de poner muchísimos huevos al día, por lo que puede darse el caso de que, a pesar de lavar una prenda mucho y muy bien, no se eliminen todas las pulgas y sus huevos. Después de haber lavado la ropa en la que había pulgas, aplícale un repelente de menta o un insecticida natural para evitar que vuelvan a aparecer y a picarte.
Cómo aliviar las picaduras de pulga en minutos
Por último, tienes que tratar las picaduras que tengas en tu cuerpo. Puedes hacerlo con aloe vera, que es un importante antiséptico y tiene propiedades maravillosas para el cuidado de la piel.
Para ello solo tienes que cortar un tallo de aloe vera de forma horizontal y ponerlo sobre la picadura de pulga de forma que la parte que tenga gel contacte con la zona afectada.
Sostén el trozo de tallo de aloe vera con una cinta o una gasa durante unos minutos para que la piel absorba todo el aloe vera, en unos minutos notarás aliviar la picadura de pulga.
También puedes aplicar cebolla de la misma manera, y notarás el alivio en cuestión de minutos, pues la cebolla funciona genial como remedio calmante de las picaduras de numerosos insectos, entre ellos los mosquitos, las abejas y las pulgas.
Puedes usar la cebolla para aliviar las picaduras de pulga en menos de 10 minutos de dos maneras diferentes. Puedes cortar una rodaja de cebolla y aplicarla directamente sobre la zona afectada o de igual forma puedes aplicar cebolla machacada sobre la picadura de pulga, su jugo fresquito te calmará y aliviará la picazón en cuestión de minutos.
Otros remedios caseros
Otro de los remedios para picaduras de pulga que calma la picazón más rápidamente es la cáscara de limón. Hierve durante 5 minutos una taza de agua con una cáscara de limón dentro. Pasado ese tiempo, retira la taza del fuego y deja reposar la mezcla hasta que veas que se ha enfriado. Aplica esta mezcla en la picadura de pulga usando una gasa o un algodón, notarás que te alivia el picor en seguida.
La avena es un cereal que posee muchas propiedades beneficiosas para la piel, pero además se puede usar para aliviar picaduras de pulga. Pon agua tibia en un recipiente y añádele unas cucharadas de avena. Sumerge el área donde te hayan picado las pulgas en el recipiente y te aliviará el picor en cuestión de minutos. Si te han picado las pulgas en las manos o en pies podrás meterlos en el recipiente sin problemas, pero si te han picado en otras zonas tendrás que llenar una bañera y darte un baño de agua con avena, pero el resultado merecerá la pena.
Y recuerda que si eres alérgico a estas u otras picaduras, deberás acudir a tu médico para evitar complicaciones.

Picaduras de pulga en niños
Tener mascotas implica un riesgo, que se ve aumentado cuando conviven con tus hijos. La facilidad con que se exponen a determinados insectos puede acabar afectando a los más pequeños de la casa. Su piel, al ser más sensible, suele verse más afectada que si lo comparamos con los adultos.
Pero lo primero que debes hacer es comprobar que, efectivamente, se trata de pulgas y no de otros insectos. Para ello, examina las ronchas y mira si están ligeramente hinchadas. La pulga deja siempre un punto rojo en el área del piquete, ya que succiona la sangre de sus víctimas.
Aunque suelen picar en las piernas y tobillos, es posible que también lo hagan en otras partes del cuerpo, si es que ya anidaron en la cama. Por eso, debes examinar concienzudamente el cuello y los brazos de tus pequeños.
Ten en cuenta que los niños no siempre se quejan de lo que les afecta. Aunque existen casos en que las picaduras de pulga pueden llegar a ser muy dolorosas, debido precisamente a la sensibilidad que presentan los menores en su epidermis.
Detectar las picaduras en un bebé
Las picaduras de pulgas en el bebé son aún más alarmantes, ya que la piel del mismo es todavía de mayor sensibilidad. Las posibilidades de que haya una reacción alérgica en estos casos aumentan considerablemente.
Por lo general, debemos esperar las mismas ronchas que encontraríamos en cualquier adulto. Pero si se diera el caso de que estas aparecen más enrojecidas e hinchadas de lo habitual, tendrás que llevar a tu pequeño de urgencia, para ser revisado por el pediatra.
Cuando observamos ronchas demasiado llamativas en los pequeños es posible que estén teniendo una reacción alérgica a la picadura de las pulgas. Esto puede afectar gravemente la salud del menor, que puede presentar dificultad para respirar y dolores intensos, además de inflamación en la lengua y los labios. Por eso es crucial actuar con rapidez.
Una medida inmediata, a pesar de que nos cueste bastante, sería alejar toda mascota de nuestro bebé, al menos hasta asegurarnos de que los animales están libres de parásitos.
Cómo prevenir el ataque de estos insectos en nuestros hijos
Tener precaución es primordial para mantener a salvo a los niños de la casa. No es necesario ser alarmistas ni rigurosos, evitando que salgan a jugar. Hay que tener en cuenta que el mismo problema puede darse estando dentro de casa.
Pero en caso de que estén en plena naturaleza, divirtiéndose con la mascota, podemos ponerles pantalones largos. Esta es una primera medida para hacer más difícil la picadura de estos insectos que, por lo general, suelen atacar a las piernas.
En caso de que suelas mantener a tu mascota al aire libre, intenta mantenerla lejos de los juguetes de tus pequeños. Es importante que lleves a revisión a tus animales, para que el veterinario determine su buena salud y su apta compañía con los más jóvenes de la casa.
Otra forma de prevenir la picadura de pulgas en tus niños es ponerles unas hojas de menta en sus pantalones. Estos insectos no soportan esta planta, así que, difícilmente querrán acercarse a tus hijos.
El limón es otro excelente remedio para repeler a estos bichos. Una forma de aplicarlo es frotándolo sobre las piernas y brazos de los pequeños.
Aunque dentro del hogar podrías probar poniendo hojas de menta y ambientador de limón para ahuyentar cualquier plaga de pulgas, lo ideal es mantener una limpieza exhaustiva. La buena higiene es el mejor repelente ante todo insecto.
¿Qué tratamientos hay para los niños?
Existen tratamientos caseros, que puedes aplicar casi inmediatamente, tras haber descubierto las primeras picaduras de estos bichos.
Para aliviar la tremenda picazón que producen las ronchas, puedes aplicar hielo envuelto en una toalla. Aunque, en caso de los bebés, no es del todo recomendable esta práctica, ya que su temperatura corporal es de por sí bastante baja. Para los más pequeños, lo mejor es consultar con el pediatra.
Limpiar las ronchas con agua y jabón ayuda a prevenir cualquier tipo de infección, que pudiera derivar de la picadura.
La loción de calamina también consigue aliviar la comezón, al igual que el bicarbonato con limón, aplicándolo unas tres veces al día.
Las picaduras de pulgas en niños pueden llegar a ser muy aparatosas, por eso, lo mejor, es la prevención. Si sospechas que tu bebé ha sufrido el ataque de estos insectos, lo recomendable es acudir urgentemente al pediatra, por si pudiera darse una reacción alérgica.